Monumentos

 LA INDIA CATALINA


Cuenta la leyenda que la región que corresponde a lo que hoy es Cartagena estaba habitada por tribus cuyas mujeres eran muy hermosas. Y que los españoles recién llegados, no pudieron resistir a sus encantos y quedaron hechizados por su belleza. Una de ellas, la india Catalina, fue raptada y llevada muy joven a España por el conquistador Diego de Nicuesa, allí fue educada y convertida a la religión católica para luego regresar a América. Una vez restablecida en Cartagena, la india Catalina fue la encargada de mediar entre los pueblos indígenas y los españoles ya que ella aprendió a hablar perfecto español, y además conocía y dominaba las lenguas nativas. De la India Catalina se dice que fue la mujer de Pedro de Heredia y que ella misma compareció ante un tribunal denunciando las atrocidades del español, razón que le valió la pena de muerte.


La historia de su monumento inicia en 1961 cuando el director del Festival de Cine de Cartagena, Victor Nieto, encargó al escultor Héctor Lombana una estatuilla con la que fuesen premiados los ganadores de dicho festival. Fue tanta la acogida que tuvieron las estatuillas y tan admirada su belleza, que el mismo director del Festival quiso realizar otra escultura de la India Catalina pero de mayores proporciones, así que contrató al artista español Eladio Gil para esta labor en 1974.


LOS ZAPATOS VIEJOS


Este monumento también conocido como "Las Botas Viejas", es uno de los emblemas de Cartagena. Es una escultura que refleja el amor por la ciudad, por ese origen humilde pero orgulloso y que representa un completo sentido de pertenencia. El poeta cartagenero Luis Carlos López, en su poema "A mi ciudad nativa", menciona a los zapatos viejos como un símbolo de amor por la ciudad amurallada y el escultor Héctor "Tito" Lombana convirtió ese amor en el monumento que los cartageneros sienten como totalmente suyo y que resulta pintoresco y curioso para los turistas emocionados por tomar una fotografía. 



EL MUELLE DE LOS PEGASOS


La historia relata que en el tiempo en que Cartagena no tenía aeropuerto, la bahía de Las Ánimas era tomada como tren de aterrizaje de hidroplanos que tenían en sus alas escrita la marca "pegasus", y los cartageneros, de tanto leer esto, llamaron al muelle "de los pegasos" hasta que oficialmente adoptó este nombre. Fue en 1920, cuando el lugar fue sometido a una restauración, que decidieron cambiar el nombre oficialmente y se instalaron las esculturas hechas por el cartagenero Miguel Caballero Lecrec para simbolizar el espíritu de la ciudad. Cabe aclarar que los actuales pegasos no son los originales, ya que en 1992 tras el deterioro en el que se encontraban las esculturas originales, el escultor Héctor Lombana donó a la ciudad amurallada el par de pegasos que se posan en la actualidad.




LA GORDA GERTRUDIS

La escultura creada por el artista colombiano Fernando Botero, fue traída de Florencia, Italia, en el año 2000 como una donación del escultor antioqueño. La obra de 650 kilos es célebre en la ciudad y se ubica en la Plaza de Santo Domingo dentro de la ciudad amurallada. 






SANTANDER

La escultura se encuentra en una base elevada en la rotonda del mismo nombre "General Francisco de Paula Santander", quien fue presidente y vicepresidente de Colombia y era conocido como el hombre de las leyes. La escultura de Santander es obra de Luis Pinto Maldonado y Bernardo Vievo; el primero como escultor y el segundo como fundidor del proyecto en 1940.



LA UNIÓN DE LOS OCÉANOS


Este monumento, construido en agosto de 1998 y restaurado en el 2015, se hizo con el fin de recordar y conmemorar el Año de los Océanos. Está conformado por una torre compuesta por dos plaquetas rectangulares, dispuestas de manera vertical, las cuales sostienen en las alturas una esfera de bronce como representación del planeta tierra. Además de las anclas, en el sitio del monumento se encuentra un texto del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, "Relato de un Náufrago", y la Rosa de los Vientos, un círculo que tiene marcado los 32 rumbos en que se divide el horizonte. El monumento está ubicado en el espolón sobre el malecón de la Avenida Santander, al frente del Parque de la Marina. Una de las anclas que fueron colocadas proviene de un barco español y la otra de un navío de la Armada Nacional.



BLAS DE LESO


El Almirante Blas de Lezo derrotó aquí, frente a estas mismas murallas, a una armada británica de 186 barcos, 23.600 hombres y 4.000 reclutas más de Virginia. Armada aún más grande que la invencible española que los británicos habían enviado al mando del Almirante Vernon para conquistar la ciudad llave y así imponer el idioma inglés en toda la América entonces española. Blas de Lezo fue un reconocido héroe en Cartagena de Indias, que en la actualidad le rinde homenaje de varias maneras: barrios, avenidas y plazas le conmemoran en sus nombres. Y su estatua, frente al Castillo San Felipe de Barajas, mantiene vivo entre los cartageneros el recuerdo del defensor de su ciudad. El 5 de noviembre de 2009, se dio cumplimiento a un deseo del Almirante, que en su testamento pedía que un grupo de españoles pusiese una placa que conmemorara la victoria y en la cual dijera:"Aquí España derrotó a Inglaterra y sus colonias. Cartagena de Indias, marzo de 1741".



ALCATRACES


Esta obra fue elaborada por el escultor español Eladio Gil y fue instalada en 1974 como un homenaje al escritor e historiador Daniel Lemaitre.

El Alcatraz
Llega cuando el invierno empaña el día
y, heraldo de la recia tribunda,
bate por la quietud de la ensenada
el remo gris de su melancolía...
De pronto corta el vuelo: se diría
que lo ha herido la muerte a la pasada,
y cae como una cosa abandonada
y rompe el vidrio azul de la bahía.
Certero, al deglutir, del pico enorme
sale un reflejo de metal pulido:
es el trágico fin de un pez que albea!
Después, viejo filósofo conforme,
como si nada hubiera sucedido,
se deja columpiar por la marea...

Daniel Lemaitre



Lo curioso de este monumento, es que al detallarlo es notorio que los que aparecen como alcatraces, son realmente pelícanos. Se dice que por tradición, los cartageneros son propensos a cambiarle el nombre a las cosas, siendo este el caso del alcatraz, que son realmente pelícanos pardos del Caribe. Estos pelícanos tienen la particularidad de ser el único animal que por medio de su garganta convierten el agua salada en agua dulce para su propio consumo y el de sus crías. Además, tienen una enorme bolsa de piel desnuda debajo de su pico, que alcanza hasta tres veces la capacidad de su estomago. Para pescar, se zambulle en el mar desde unos 10 metros de altura y luego de meter la presa en la bolsa, deja que drene el agua por sus lados antes de tragarla.


Verdadero Alcatraz

Comentarios